Escuchamos ideas, metas, objetivos,
propuestas para recuperar y sanear el Estado por el bien de todos, para estatizar
el Estado como propiedad-albergue-refugio-herramienta privada de todos y para
todos, hay que estatizar el Estado para revivirlo, para que retome sus
funciones propias e indelegables, para que vuelva a ser el Estado-Patria-madre
de todos y deje de ser el verdugo represor y despojador en el que lo hemos
convertido con nuestra indiferencia ante la descarada audacia y corrupción de
los políticos y burócratas que se lo han repartido, dejándonos desamparados y
burlados a todos, a la vista de todo el mundo… que está igual o peor.
Si el Estado no sirve, si el todo no
sirve, ¿cómo y por qué van a ser mejores sus partes? Y el totalitarismo para
gobernar mal y con corrupción es indeseable, pero el totalitarismo para dirigir
y gobernar bien, con solidaridad y con honradez es lo mejor que nos puede
pasar.
Somos la gran mayoría absolutamente
calificada, somos más del 85% de la población (60% de abstención, más 10-12% de
votos en blanco, más 12-14% de nulos o no marcados y unos cuantos más de los
chantajeados o comprados), somos los amplios ganadores pero “perdemos” las
elecciones por las evidentes marrullas y manipulaciones lingüísticas de la
minoría corrupta que debería estar en la cárcel o ser guillotinados o fusilados
(“El gobierno que se ejerce sin el
consentimiento de los gobernados es la más exacta definición de la esclavitud”
Jonathan Swift).
Al igual que los tales observadores
internacionales tramposos que en vez de manifestarse drásticamente pidiendo la
ilegitimidad de los “elegidos” y la nulidad de los resultados dados por la
Registraduría que escruta al revés, salen dizque sugiriéndole al gobierno de
los mismos con las mismas mañas que hay que ponerle atención al fenómeno de la
abstención, como si la verdadera oposición, la del pueblo que no quiere a estos
políticos corruptos-egoístas, no
hubiera sido la ganadora absoluta.
Para acabar de ajustar, los pobres partidos
dizque de izquierda, esas pequeñas minorías de las minorías, siguen luchando,
feroces, sin darse cuenta de su miseria en Valores, por las migajas que logran
para satisfacer sus pequeños apetitos materiales y de soberbia infundada.
Narcisos hambreados que son. Reyes de minúsculos reinos. No se oye ni una sola
voz que se refiera al tema cogiendo la sartén por el mango y la espada por la
empuñadura. ¿Dónde está la ONU? ¿Dónde está la Democracia? ¿Dónde está la
Justicia? ¿Acaso en las manos de esa marioneta de procurador fanático
cavernícola? eco
katío manguruma nasa LiRSHcA