El circo alienador, sin pan para todos
Los micos, los salvajes, los habitantes de las cavernas…
gritaban (gritan) y se enloquecían (enloquecen) cuando se alegraban (alegran),
y si la alegría y su motivo duraban (duran), se embriagaban (embriagan) sin
control, destruían (destruyen) con fruición a carcajadas, en vez de construir,
terminaban (terminan) en una batalla campal y, luego, extenuados y
desconcertados, humillados, heridos, presos, tristes…, vencidos
inexplicablemente. Deprimidos por el peso de su nadedad.
Como caminar con unos costosos zapatos nuevos por una calle
pavimentada con mierda, con una mezcla de todas las mierdas habituales, y no
percatarse de ello, pues su aspecto y actitud denota lo ufano que se pavonea
con sus zapatos nuevos. Él cree que los ostenta y que todos los demás lo
admiran.
Él, ni siquiera huele lo que hiede. Insensible. Nadie lo hace. Insensibles.
Cada uno ostenta, como centro único del universo, lo que estrena
y lo diferencia. Nada los une.
¿De dónde sale la alegría y
luego la depresión? ¿Y la consciencia qué es? Lo Racional no está. El resguardo,
el escudo, es la mecánica, la electrónica. La filosofía es inasible, éter. A veces
se piensa que existe, pero qué va, ¿dónde está?eco katío manguruma nasa