enero 31, 2013

¡Cómo nos mienten... y no se sonrojan siquiera! Gracias, Ulises

SIGNIFICADO HISTORICO DEL 20 DE JULIO DE 1810


Autor: Ulises Casas Jerez [casasulises@hotmail.com].
La historia oficial responde siempre a intereses de clase o sector de clase mediante la cual se pretende legitimar la dominación
Desde siempre, se viene enseñando en la Escuela y en todas las instituciones del Estado que el 20 de Julio de 1810 se declaró, por parte de los criollos de Santa Fe de Bogotá, la Independencia de España. Y cada año, ese día, se llevan a cabo infinidad de actos conmemorativos de la supuesta declaración de Independencia.
Lo sucedido ese día también se relata como un episodio de comedia: que alguien fue a casa de un español a pedir prestado un florero y con este inofensivo acto se desató toda una revolución de la cual surge la declaratoria de Independencia de Colombia del dominio español. Se oculta una serie de sucesos del día y se asume que la Independencia surge de semejante acontecimiento. Y los niños de nuestras escuela son informados de todo esto y se les lleva a las calles en esa fecha, con banderas y banderitas para que nunca olviden esta fecha.
Quienes ahondamos en el acontecer histórico de nuestros pueblos hemos descubierto, y no de ahora, que ese día, 20 de Julio de 1.810 hubo un tumulto en Bogotá y en su desarrollo se llegó a convocar no un "Cabildo Abierto", como se nos ha venido afirmando, sino un Cabildo Extraordinario, concedido por el mismo Virrey Amar, en donde se debatió la crítica situación por la cual atravesaba tanto España, como estas sus colonias. Que constituida una Junta, que tampoco fue una Junta Popular Revolucionaria, se elaboró un acta, pero no de Independencia sino todo lo contrario: de legitimación política del Rey Fernando preso, en ese entonces por las tropas de Napoleón que habían invadido a España de tiempo atrás.
El acta de la Junta constituida ese día es ambigua como toda declaración política de dirigentes que aún no se sienten seguros del triunfo que creen haber obtenido. En efecto, veamos cómo nos narra el historiador José Manuel Restrepo lo real de este acontecimiento histórico: "En el acta se había acordado: -- "que se deposite en toda la junta de gobierno supremo de este Reino interinamente, mientras la misma junta forma la constitución que afiance la felicidad pública, contando con las nobles provincias, a las que en el instante se les pedirán sus diputados, formando el reglamento para las elecciones en dichas provincias; y tanto éste como la constitución de gobierno debieran formarse sobre las bases de libertad e independencia respectiva de ellas, ligadas únicamente por un sistema federativo, cuya representación deberá residir en esta capital para que vele por la seguridad de la Nueva Granada, que protesta no abdicar los derechos imprescriptibles de la soberanía del pueblo a otra persona que a la de su augusto y desgraciado monarca don Fernando VII, siempre que venga a reinar entre nosotros, quedando por ahora sujeto este nuevo gobierno a la superior junta de Regencia, ínterin exista en la Península y sobre la constitución que le de el pueblo". (José Manuel Restrepo – Historia de la Revolución en Colombia Tomo I pag. 134-Editorial Bedout. 1974)

El historiador Restrepo, agrega la curiosa forma del juramento que la Junta hizo sobre el Acta del referido día: "Puesta la mano sobre los santos Evangelios, según narraba el acta, con la otra formada la seña de la cruz a presencia de Jesucristo crucificado, dijeron: Juramos por el Dios que existe en el cielo, cuya imagen está presente, y cuyas sagradas y adorables máximas contiene este libro, cumplir religiosamente la constitución y voluntad del pueblo expresada en esta acta, acerca de la forma del gobierno provisional que ha instalado; derramar hasta la última gota de sangre por defender nuestra sagrada Religión católica, apostólica , romana, nuestro amadísimo monarca don Fernando VII y la libertad de la patria; conservar la libertad e independencia de este reino en los términos acordados; trabajar con infatigable celo para formar la constitución bajo los puntos acordados, y en una palabra, cuanto conduzca a la felicidad de la patria". ( Idem).
Veamos la lista de Diputados proclamada a propuesta del Regidor Acevedo: don Juan Bautista Pey, don José Sanz de Santamaría, don Manuel Pombo, don Luis Caicedo y Flores, don Pedro Groot y don Frutos Gutierrez; el pueblo aclamó como tal al doctor don Andrés Rosillo; completó la lista de notables firmantes y actores de este evento, los alcaldes ordinarios de la capital, don José Miguel Pey y don Juan Gomez, los regidores don José Maria Dominguez Castillo, don José Ortega, don Fernando Benjumea, español europeo, don Francisco Suescún, don Juan Nepomuceno Lago, don Joaquin Camacho y el síndico procurador don Ignacio de Herrera. (Idem).
Como podemos observar fácilmente, no hubo el 20 de Julio de 1.810 declaratoria alguna de Independencia; por el contrario, hubo una declaración de aceptación incondicional de la autoridad real del Monarca español y el formulismo legal estuvo ceñido a las más estrictas y rigurosas formas de dominación colonial. Los firmantes eran la flor y nata de la aristocracia santafereña y el Virrey estuvo siempre al mando del supuesto nuevo gobierno.
Entonces, ¿por qué se sigue enseñando que el 20 de Julio es el día nacional, el día de la Independencia? Es consciente el profesorado, los historiadores, los escritores, el conglomerado intelectual país de este hecho y no dice nada. ¿Porqué?
Suponemos nosotros, los que interpretamos la historia bajo el método del materialismo dialéctico e histórico que la razón es esencialmente ideológica y política: se debe sostener el centralismo bogotano para justificar su sede gubernativa. La casta dominante, que posee sus ideólogos, sus historiadores, sus políticos, como expresión de su poder económico, no puede permitir que se diga la verdad. Y la verdad es que fue el 11 de noviembre de 1.811 cuando en Cartagena, una junta compuesta por los más prestantes comerciantes de la ciudad conforman una junta que, esa sí, declara su total independencia del dominio y coloniaje español. Y lo hace esta clase de personas, los comerciantes, porque el principal problema de las castas criollas de las colonias españolas era la restricción a la libertad de comercio que impedía su desarrollo en ese proceso de acumulación del capital que poseen todos los pueblos.
Cambiar la mentira por la verdad no es oficio de los ideólogos de las castas dominantes porque ellas les retirarían su apoyo económico y social; sólo quienes poseemos independencia ideológica, política y cultural, debido a nuestra independencia económica, podemos entrar a dilucidar la verdad.

La Escuela Ideológica de Filosofía, Historia y Economía Política, viene llevando a cabo una actividad de carácter filosófico, ideológico y político en la perspectiva de llevar la verdad histórica a las generaciones jóvenes a fin de que sean conocedores de nuestra realidad y, con ello, puedan construir una nueva sociedad, la sociedad que tanto hemos deseado construir, pero que ha sido difícil edificar hasta ahora. Los acontecimientos mundiales que precipitaron y liquidaron esperanzas de libertad al final del siglo pasado, nos han llevado a construir dentro del Estado pero al margen del mismo gérmenes de sociedad futura, teniendo en cuenta el acumulado histórico no solo de nuestra sociedad, sino la del conjunto de la Humanidad en general. Somos parte de esa sociedad planetaria que hoy, más que nunca se fortalece por el desarrollo de las fuerzas productivas, por la tecnología y el conocimiento. La Humanidad se halla más densa y más unida y esto posibilita el conocimiento, el cual será el piso sobre el cual se eleve la libertad que siempre han buscado los pueblos.

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