Las semillas
suicidas de Eduardo Galeano
Desde
hace unos trescientos sesenta millones de años, las plantas vienen produciendo
semillas fecundas, que generan nuevas plantas y nuevas semillas, y nunca han
cobrado nada por ese favor que nos hacen.
Pero
en 1998, fue otorgada a la empresa Delta and Pine la patente que santifica la
producción y la venta de semillas estériles, que obligan a comprar nuevas
semillas en cada siembra. A mediados de agosto del año 2006, la empresa
Monsanto, de sacro nombre, se adueñó de la Delta and Pine, y también de la
patente.
Así
Monsanto consolidó su poder universal; las semillas estériles, llamadas semillas suicidas o semillas Terminator, integran el muy lucrativo
negocio que también obliga a comprar herbicidas, pesticidas y otros venenos de
la farmacia transgénica.
En la Pascua del año 2010, pocos meses después del terremoto, Haití
recibió un gran regalo de Monsanto: sesenta mil bolsas de semillas producidas
por la industria química. Los campesinos se juntaron para recibir la ofrenda, y
quemaron todas las bolsas en una inmensa hoguera.
Reflexiones de eco katío manguruma nasa, biófilo: ¿Por qué no hacen lo mismo de Haití o dejan de comprar y de usar esas
semillas mortales todos los agricultores del mundo?
Obligar
y contagiar la fiebre por las patentes, en una universidad o en una sociedad, es
un acto de criminal locura, que acelera la destrucción de lo poco humano que le
queda a la “humanidad”. Por
solo contagiar ese síntoma “patentes-inversionistas”, que destruye e impide a
la evolución humanista, pueden y deben ser juzgados y condenados a cadena
perpetua en aislamiento total todos los “locos
Hurive”, empresarios e inversionistas (¿?) habidos y por haber.
¡El conocimiento le pertenece a la
Humanidad! y, simplemente, debe ser reconocido y compensado, debida y
magnánimamente, quien lo descubra y lo entregue y comparta. ¡Nadie
puede con legitimidad explotar, chantajear ni segregar a nadie con el
conocimiento! En el momento que lo decida e intente, de creador admirable pasa
a delincuente detestable.
Nadie puede
tener el poder legítimo para arrebatar y disponer la desaparición de lo que es
de todos en los hondos y oscuros bolsillos de los “inversionistas” y, menos, de condenarnos así a la desesperación de
una muerte por hambre o por la negación de un medicamento cualquiera.
Y el “poder” ilegítimo de las siempre y en todas partes minorías (legislativo,
ejecutivo, judicial, financiero, militar…) provocador, invasor, humillador,
asesino y cobarde… mintiendo con premeditación y alevosía. Recuerden que la
suma de oposición-abstención-voto en blanco es y ha sido siempre la mayoría.
La corrupción jamás es ni ha sido
mayoría, pero es la que se impone porque siempre están asociados para delinquir
y para taparse unos a otros con documentos secretos, guardaespaldas, notarios, juramentos y silencio.
Presidente (ex presidentes y demás gobernantes):
¿usted es colombiano, honrado y humano? ¡No lo parece! Recuerde
que hay que SER y PARECER.
Le cuento que de tanto engañarnos nos está pareciendo traidor… y que
se le está viendo el cobre.
Lo estamos descubriendo y ya no se podrá tapar más con esos
indebidos secretos de Estado,
pues El Estado somos todos nosotros.
Nos lo devuelve y se pone al lado de nosotros … ¡o se va!
¡Todos unidos LiRScA por una Colombia Autosuficiente, Libre, Racional!
¡Y solidaria con todos los pueblos del mundo! Ejemplo para los
Estados Unidos, Europa y …
¡No amangualada con sus traidores gobernantes
tirándoselas de filántropos amantes de la humanidad cuando solo son hipócritas
que la odian y desprecian pues solo se arropan con las malditas caridad y
compasión que transmiten falsa superioridad y verdadera humillación, en vez de practicar
sinceramente la solidaridad y la amistad entre hermanos!
¡Pueblos!
En el caso de que inicien
otra guerra, no corramos, unámonos y organicémonos con la estrategia de 10, 20
o 100 contra un enemigo para volverlo pueblo: rodearlo, separarlo, desarmarlo,
desnudarlo, desidentificarlo, emborracharlo, trasladarlo, perderlo,
despistarlo, educarlo, soltarlo en medio de un pueblo lejano, desarmado… así
acabaremos con todos los ejércitos del mundo… solo quedarán “Napoleones”, locos
de remate, dando órdenes que a todos nos harán reír y a ellos meditar y
recapacitar. Inofensivos, pues son cobardes. y, todos nosotros, a aprender
practicando la Democracia Participativa y a LiRScA. Algunos moriremos, claro está. Pero, valdrá la pena. Por fin, la civilización debida: ¡desarmada!
Libre, Racional, Sana, Solidaria y Capaz, Honrada:
LiRScA
eco katío manguruma nasa, biófilo
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