Afidro, la Andi y la traición de "Machaquito". Similitudes que abundan en el mundo

Afidro, la Andi y la traición de “Machaquito”. Similitudes que abundan en el mundo

Uno de los objetivos de Afidro era infiltrar a la Andi e invertir su razón de ser la patriótica “asociación nacional de industriales” para quedar bajo la dirección extranjera. Objetivo logrado. “Machaquito”, el títere traidor director de la Andi, ha terminado su labor de zapa y ha sido premiado nombrándolo embajador en Estados Unidos, su papá y amo. Lo remplaza un míster costeñizado que, seguramente, también se pondrá la manita en el corazón para simular que desentona el glorioso himno “nacional”.

Su segundo objetivo, infiltrar, corromper y dominar al Invima para imponer costosos venenos, lograr privilegios indebidos de publicidad y promoción de peligrosos productos, impedir el desarrollo de la farmacia Nacional (y no hablo de Asinfar), domeñar y poner a sus órdenes y deseos a los mediocrizados farmacéuticos que solo les queda el camino de poner sus cartones a su servicio ilegal para amparar sus trapacerías. Como lo vemos a toda hora y desde hace años, sin que ningún gobierno se dé  por enterado.

El tercer objetivo, ya cumplido, corromper y humillar al cuerpo médico con regalos, sobornos e información chimba y malintencionada. Les falló por ahora, el objetivo de graduar a sus propios “especialistas”, para controlar y contagiar la pandemia de insania que recorre el pobre planeta enfermo y en sus garras. Los médicos obedecen mansamente simulando cara de científicos.

Y cuanto más aprendía sobre nuestra historia y sobre el trato que recibían nuestros patriotas, nuestros evolucionarios, nuestros demócratas, más me daba cuenta de que servir al régimen actual era sinónimo de traición a la patria.


Basado en los versos del poeta Nazim Hikmet descubrí el significado de la patria:
“Si la patria son vuestras mansiones,
Si la patria es lo único que encontramos en vuestras cajas fuertes y en vuestras chequeras,
Si la patria es morir de hambre en las calles,
Si la patria es tiritar de frío como un perro en invierno y retorcerse de paludismo en verano,
Si la patria significa beber nuestra sangre escarlata en las fábricas,
Si la patria son las uñas pintadas de vuestros grandes terratenientes,
Si la patria es catecismo armado de lanzas, si patria es el ataque de la policía,
Si la patria son vuestras zonas francas, de esclavitud y lavado impunes,

Si la patria son vuestros créditos, subsidios y remuneraciones,
Si la patria son las bases usanas, las bombas usanas, los cañones usanos,
Si la patria no es evadirse de nuestro sombrío pasado
Entonces, soy un traidor a la patria”

Y, para pensar en algo similar a lo que acá ocurre, “¿Por qué no reconocemos que el pueblo Kurdo no goza de los mismos derechos? ¿Por qué los Kurdos no pueden enseñar en su propio idioma? Esta es la única posibilidad para que su cultura e identidad no desaparezca...Sabemos tanto usted como yo que una lengua condenada a su desuso está condenada a muerte. Y con ella la cultura de los pueblos que la hablan. Y con ella, el pueblo mismo”.

Para justificar todas estas atrocidades, como buenos demagogos y manipuladores, los gobiernos “civiles” y militares de nuestro país han reducido a la oposición al nivel de simples terroristas. Han confundido deliberadamente las causas y las consecuencias como quien ataca a un pobre en lugar de atacar a la pobreza, como quien ataca al justiciero en lugar de a la injusticia.