ORACIÓN
Señor, dame la facultad de no rezar jamás, librarme de la insania de toda
adoración, aleja de mí esa tentación de amor que me entregaría para siempre a
Ti. ¡Que el vacío se extienda entre mi corazón y el cielo! No deseo ver mis
desiertos poblados con Tu presencia, mis noches tiranizadas con Tu luz, mis
Siberias fundidas bajo Tu sol. Más solitario que Tú, quiero mis manos puras, a
diferencia de las tuyas, que se ensuciaron para siempre al modelar la tierra y
al mezclarse en los asuntos del mundo. No pido a Tu estúpida omnipotencia más
que respeto para mi soledad y mis tormentos. No tengo nada que hacer con tus
palabras; y temo la locura que me las haría escuchar. Dispénsame el milagro
recoleto de antes del primer instante, la paz que Tú no pudiste tolerar y que
te incitó a labrar una brecha en la nada para inaugurar esta feria de los
tiempos, y para condenar así al universo, a la humillación y la vergüenza de
existir. Emil Ciorán
Nota: yo diría, "a esta sucia y aberrante especie"
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