Se fueron sin pagar.
Segurcol nos “conejió”… y las autoridades quedaron ensuciadas
Todo un barrio sufrió durante 15 años los abusos
causados por la invasión se “segurcol”, de las “caricaturas de militares o
policías” de la “seguridad privada”, verdaderos mercenarios “hurivistas” uniformados
de garrapatas chupa miles de millones pesos por aparentar cuidar (cuidar,
¿qué?), mientras los vecinos sufrían robos, atracos y asaltos, amenazas, insultos,
vejámenes, burlas, gestos obscenos, y sus “mercenarios uniformados
esclavizados”, nos insultaban, amedrentaban, hacían “ejercicios militares”, ensuciaban,
orinaban, dañaban, robaban, asaltaban, disparaban, rayaban y pinchaban nuestros
carros, depreciaban a las gentes del barrio, se apoderaban de las calles con el
beneplácito y las “escrituras” otorgadas por ese magnífico director de tránsito
de turno, “escrituras” por las que invadían y quebrantaban lo prohibido con
toda impunidad, destruyendo los jardines, robándose las frutas, despintando las
paredes, quebrando vidrios a balazos nocturnos, levantando calumnias y
cooptando a todos los funcionarios, que se hacían y se hicieron los de la vista
gorda durante 15 años: alcaldes, secretarios de gobierno, concejales,
secretarios, ediles de juntas comunales y demás funcionarios de esa cueva de
bandidos que es el tránsito de Medellín y los de “espacio público”, y
aprovechándose de la indiferencia cómplice de presidentes, ministros de
gobierno y de transporte, fiscalía, procuraduría, personería, defensoría,
inspectores y policías… a pesar de los perjuicios, reclamos, quejas y clamores
de la población… y se fueron sigilosamente, como los bandidos, y sin pagar… ¿Se
acabó la pesadilla y dejó de existir la amenaza? ¡No! Yo pienso que aumentó el
peligro. Ahora sí me van a matar… y volverán las “ratas” del tránsito a
inventar “partes” como los inventados entre el 2000 y el 2002 cuando me tuve
que exiliar y huir de Metrallín.
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